Y nos dieron las diez

Y ahora la otra canción...

Y nos dieron las diez…

Ahora vamos a hablar
de algo que es bastante cierto:
compras compulsivás
las que hacemos en cuanto vemos un vivero abierto…

Vemos un macetón
que es un Aloe variegata
”Ese no lo tengó”
”ni tampoco tengo esa preciosa Haworthia truncata”…

Ya no tengo sitió
dicen que lo plante en el dormitorio.
Una idea de Pabló
que siempre se muere por armar un poco de jolgorio.

Gema ya va a esquejar
la Huernia que estaba mirando.
Y Juna más allá
semillas de Ferocactus está recolectando…

Luego todo pasó
de repente, Gema a mis espaldas
ella da un tirón
y mete el esqueje en uno de los bolsillos de su falda…

Caminito a casá
viene Vega, haciéndonos la ola
cansada de pensar
cómo se las apañará para transplantar todo ella sola…

Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y paseando por el vivero nos encontró la Juna…

Megu dice que no,
que esto es ya un vicio eterno.
Un solo cactus compró
porque dice que no le sobrevivirá al invierno…

Y la acabo de pillar
otra vez, cogiendo un esqueje…
Argumentando al final
que ese esqueje era para Mari Cruz y su gente…

Yo le dije que sí
que no diría ni media palabra,
una cosa, eso sí:
no le digas a Yingo que estamos como una cabra…

Paloma viene detrás
con un Semper en la mano
y empieza a recitar
los cuidados que le da a los Sempers durante todo el verano…

Cuidado con el Manué
y con Cristóbal, que son ambos tales…
parece increiblé
fueron ellos los que nos delataron a los municipales.

En mi declaración
alegué que no llevaba coca
sólo en el pantalón
llevaba un peyote tan grande como una roca…

Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y en esta terraza al anochecer nos encontró la luna….

Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y en esta terraza al anochecer nos encontró la luna…